Air Madrid deja de volar

La compañía aérea Air Madrid ha anunciado el fin de sus actividades mediante un comunicado en el que culpa al Gobierno español de haberle obligado a tomar la mencionada decisión. Desde hoy no volará más.

No ha esperado Air Madrid a que el Ministerio de Fomento se pronunciara sobre la retirada o no de su licencia para operar después de haberla amonestado seriamente por las reiteradas faltas cometidas por la aerolínea, cuyos constantes retrasos en los vuelos y el más que discutible estado de sus aviones había encolerizado en más de una ocasión a quienes se aventuraban a viajar con ella.

El que una compañía aérea española desaparezca no es motivo de alegría, obviamente, aunque sí lo es que con ello se lance un mensaje de fin de la impunidad de ciertos atropellos que empresas del sector cometen sistemáticamente sobre los indefensos consumidores.

Lo de Air Madrid era de escándalo, una vergüenza, y que responsables de la compañía anuncien ahora que el culpable del cese de sus actividades sea el Ministerio de Fomento es la gota que colma el vaso, el epitafio humorístico de una aerolínea con una impuntualidad récord. En el mes de abril, El Mundo publicó una encuesta de la OCU a 8.600 viajeros de toda Europa en la que Air Madrid fue calificada como la aerolínea que mayores retrasos producía a sus clientes.

Ahora falta por ver lo que sucede con quienes tenían billetes comprados con Air Madrid no ya para partir en los próximos días, sino para hacer viajes de regreso. Con el resto de compañías aéreas teniendo sus vuelos más que completos con motivo de las fiestas navideñas el problema no parece que vaya a ser de escasa embergadura. 120.000 pasajeros, actualmente en Latinoamérica, no podrán utilizar sus billetes de regreso con la compañía.

Otro daño colateral, no menos importante, son las 1.700 familias de la plantilla de la aerolínea que se han quedado sin trabajo, en la puta 'rue'.