sábado, 20 de octubre de 2007

Dalits, vidas de perro

La vida de un dalit o intocable vale tanto como la de un perro. Lo dice el Manu Smriti, libro sagrado hindú. Por esta circunstancia, y aunque la ley india lo prohíba, se les puede asesinar, violar o discriminar con la casi total seguridad de que cualquiera que sea el crimen que contra ellos se cometa quedará impune. Impera el sistema de castas y los intocables ocupan el estrato más bajo de la sociedad.
Se da la circunstancia de que en India hay 165 millones de dalits. Es como si hubiera patente de corso para abusar de tres veces la población total de España.
Cada 20 minutos se produce un crimen contra esta comunidad de desposeídos, el 89% de los cuales nunca se resuelve.
La familia en la que se nace lo determina todo, indica la casta a la que se pertenece, el oficio que puedes desempeñar, la gente con la que te puedes casar, incluso, los cubiertos que podrás usar en un restaurante. Organizaciones humanitarias, al hablar de los dalit, hablan de un 'apartheid' oculto y de un genocidio del siglo XXI.
No sólo en India hay intocables, sino que los hay en todos aquellos países donde el hinduísmo se profesa (Nepal, Pakistán, Bangladesh). Puede que sumen otros 100 millones de personas. Incluso en países occidentales en los que hay una fuerte implantación de comunidades indias exista la discriminación hacia estos parias. Se cree que unos 50.000 personas en Reino Unido la sufren de algún que otro modo.