No es que La Mufla haya cerrado por defunción, sino que ha sido fagocitada, de manera sumisa, por Somos Malasaña. Este blog se ha ido de vacaciones al estómago de un proyecto ilusionante: construir de la nada un periódico digital 'hiperlocal' (de barrio) que, a su vez, forma parte de un empeño mucho mayor, crear una red de pequeñas cabeceras hermanas que cubran informativamente el centro de Madrid partiendo de la premisa de que es noticia lo que para los grandes medios no lo es. La Mufla regresará de manera muy puntual a modo de reflujo, de regulcitación incontenible, cada vez que se me queden pequeñas las fronteras físicas del barrio de Malasaña
Ojalá me equivoque pero la abstención de mañana en la cita con las elecciones europeas se me antoja que va a ser mayúscula. No me alegraré si los españoles le damos la espalda a las urnas pero sería un justo castigo en pago a la infame campaña que hemos tenido que sufrir.
El desconocimiento de para qué sirve Europa y sus instituciones es un mal endémico que a los candidatos a representarnos en el Parlamento europeo les ha dado exactamente igual, a juzgar por las intervenciones, mensajes-ataques y publicidad que han practicado.
Los grandes siempre han peleado sobre los males internos del país, como si lo que estuviera en disputa fueran unas elecciones generales españolas, mientras que los pequeños se han preocupado más de llorar por la poca atención mediática que reciben que por reclamar esa atención con propuestas.
Y sobrevolando toda la campaña, los infames espacios publicitarios gratuitos en televisión y los anuncios pagados en éste o en aquél medio. No entiendo cómo si a la publicidad convencional se le aplica un código ético por el cual no se admite el engaño, la atribución a un producto de propiedades que no han sido probadas empíricamente, ni los ataques a otras marcas y productos, los anuncios políticos no pasan por un filtro similar.
La publicidad política miente y ataca. La publicidad política es un producto digno de un programa basura del corazón. La publicidad política ensucia más que ensalza al candidato de turno que se presta a participar en ese juego de intento de compra de voto con unas mañas tan indignas como indignantes.
Ojalá me equivoque en lo de la alta abstención, repito. En lo que no creo que vaya a errar es al afirmar que la gran mayoría de los que nos acerquemos a las urnas sólo votaremos unas siglas porque nadie nos ha explicado qué otra cosa votar. Un servidor lo hará así, aunque con vergüenza
Sobre la disposición del primer ministro húngaro a abandonar su cargo, este pasado fin de semana las agencias de noticias han enviado titulares del tipo 'Dimite el primer ministro de Hungría por la crisis financiera mundial'. Titulares que los distintos medios de comunicación han reproducido casi sin más.
No es habitual que un político, y mucho menos un primer ministro, reconozca con tanta claridad sus fallos. Quizá esto sea más noticia, visto desde España, que la renuncia del mandatario en sí. Por lo menos se merecía un despiece, o una columna de opinión en algún medio de los importantes
En esta imagen se ve al mismo presidente de la APM, un mes antes (el 15 de enero), junto a Albert Montagut, director de ADN. La Asociación abrió su sede a la presentación de un libro sobre periodismo escrito por Montagut pocos días después de que Planeta anunciara que despediría a todos los trabajadores de ADN.es. El mencionado libro de Albert Montagut se llama "Fe de errores". No digo más...
En 1998 tuve mi primer contacto con los llamados rebuscadores, personas que aguardan a que cada día los grandes supermercados tiren productos alimenticios que ya no pueden vender pero que todavía son aptos para su consumo. Fue en Londres, llevaba casi un mes sin comer más carne que las de unas supuestas hamburguesas congeladas y un compañero me abrió las puertas a un mundo hasta entonces insospechado.
El mismo camarada me invitó a que, de manera puntual, me dejara caer por un hotel de cinco estrellas de la City londinense para trabajar metiendo la vajilla que llegaba del restaurante en un gigantesco friegaplatos: en una jornada de trabajo, además del sueldo correspondiente, llenaba mi nevera de productos de primera calidad para más de una semana
En el año 2002, el tema de quienes aprovechan lo que no quieren los demás volvió a entrar con fuerza en mi vida gracias al imprescindible documental de Agnès VardaLos espigadores y la espigadora
Hace unos años, la Facultad de Agricultura de la Universidad de Bolonia puso en marcha el Last Minute Market, una red local solidaria mediante la que hacer llegar a entidades sin ánimo de lucro los alimentos desechados para la venta pero aún aprovechables de las superficies comerciales. Hoy, según leo en un artículo de diariovasco.com, una experiencia similar se pondrá en marcha en Guipuzcoa desde el próximo dos de marzo: "se iniciará una experiencia piloto de recogida, transporte, entrega y distribución de alimentos, que tendrá una duración de cuatro meses y en la que van a participar como donantes los hipermercados Eroski de Garbera y Urbil"
Los periodistas deberíamos tener un mucho de espigadores de historias
Desde que Israel lanzó hace una semana su enésima ofensiva sobre Gaza, que se ha cobrado ya no menos de 400 vidas, el embajador israelí en España se ha ganado bien el sueldo.
Todos los días aparece en este medio o en aquel otro tratando de explicar y excusar la acción genocida de su país. Lo tiene difícil. ¡Vaya papelón! ¡Pobre hombre!
La macabra balanza de civiles muertos en cada bando se halla infinitamente inclinada hacia el lado palestino y ese es un argumento demasiado pesado contra el que luchar.
Quizá viendo que por lo tangible llevaba las de perder, estos días se ha intentado aferrar a lo intangible: los daños psicológicos que causa a los israelíes que viven pegados a Gaza la persistente amenaza de los cohetes caseros palestinos. El embajador habló especialmente de lo que sufren con ello los niños. Y es así, tratando de mitigar su mala prensa, como ha llegado a mostrarse incluso mezquino. Las cifras de niños muertos en el conflicto causan un mayor impacto en Occidente, por eso unos y otros las exhiben como un arma más de esta interminable guerra. Si la persona que aparece destripada por un bombazo de un avión israelí en la última imagen que llega a nuestros hogares es, por ejemplo, un veinteañero, es como que no nos importa: "Ya había vivido bastante, ¿no?, además, algo habría hecho"
Para los amantes de las cifras y las comparativas del dolor es muy recomendable el siguiente artículo sobre el sufrimiento que el conflicto de Oriente Próximo causa en los niños de ambos ladoshttp://www.ifamericansknew.org/stats/children.html
Tengo por costumbre visitar el blog que mantiene una médico palestina en Gaza, costumbre que se vuelve necesidad ante cualquier ataque israelí. En esta ocasión, el ataque ha pillado a Mona El-Farra fuera de la Franja, pero su testimonio no deja de ser interesante.
Mona ha hablado en muchas ocasiones de cómo los bebés prematuros que necesitan de incubadora mueren cuando Israel prolonga un corte de suministro eléctrico, o de cómo atienden a heridos sin medicinas por el embargo, sin anestesia...
Por cierto, esta doctora, que ahora trata de introducir medicinas en los territorios palestinos desde Egipto, se hallaba fuera de la Franja porque hace seis meses envió a su hija de 16 años a estudiar a Inglaterra por un periodo corto de tiempo pasado el cual la niña no obtuvo el permiso de Israel para regresar a casa.
Las leyes habían cambiado y el papel que le facultaba para salir a hacer un breve cursillo y regresar ya no tenía validez. El-Farra estaba tratando de acomodar a su hija en Manchester.
Un muerto en Sderot tiene el mismo valor que cualquier otro muerto en Jabalia.
La paz no se alcanza con un brindis en Nochevieja. Hamás asesina y el Gobierno israelí también
Sin embargo, la imagen que más me ha impactado estos días la he encontrado, sin esperarlo, esta mañana en El País. En el pie de foto decía "Dos niños llegados en patera ayer a Tarifa juegan con un miembro de la Cruz Roja".
La misma sonrisa que luce el pequeño de la imagen la veo yo todos los días en el rostro de A., una niña que hace cinco meses vivía desnutrida en una aldea de Etiopía y que hoy, adoptada -aún teniendo padres en su país-, habla un casi perfecto español y juega como la que más, cada tarde, en un parque cercano al colegio en el que estudia.
Algo no funciona bien, y los niños no son los únicos con derecho a reír...
Hoy también he leído la buena nueva de que Alemania ha donado a la Wikipedia 100.000 fotografías históricas, más material para seguir curioseando. A la larga, la donación llegará a la totalidad de un fondo fotográfico de cerca de 11 millones de originales
Con el lamento de hoy de Bush por el "error" de creer que había armas de destrucción masiva en Irak, en una entrevista en la ABC, me he acordado inevitablemente de Curveball (bola con efecto): nombre ficticio de Rafid Ahmed Alwan, ingeniero, desertor iraquí y supuesto mentiroso patológico, del que partió el bulo que provocó la invasión de 2003.
El hombre tiró la chinita que la negligente inteligencia de las agencias estadounidenses convirtió en enorme y endemoniada pelota que acabaría estallando, con cuerpo de informe, en las narices de Colin Powell. Sus afirmaciones sobre la existencia de laboratorios móviles iraquíes de armas biológicas fueron la base principal del documento de certezas y seguridades que llevaron a los héroes de las Azores a ordenar la invasión del país árabe.
Las afirmaciones del bocazas Curveball fueron semi ignoradas por los alemanes, pero los sagaces cerebros de la CIA no sólo no las dejaron caer en saco roto sino que las sacralizaron sin más, necesitados como andaban de pruebas y motivos.
Bush ha dicho también en la entrevista de hoy: "Creo que no estaba preparado para la guerra"
¿Para qué sirve una campaña oficial de autobombo bajo el lema 'El metro que todos quisieran tener, vive en Madrid'? Sólo para despilfarrar el dinero de todos los ciudadanos. A no ser que la Comunidad de Madrid se haya propuesto inyectar liquidez en el mercado a su manera, no se entiende. Más le valdría a Esperanza Aguirre actuar en lugar de presumir.
Entre otras muchas cosas mejorables de este gran servicio público, se encuentra el de ofrecer una accesibilidad total en todas las estaciones del suburbano a personas con dificultades de movilidad, a quienes tienen la fea costumbre de deambular por las entrañas de Madrid con maletas, o a padres y madres que trajinan de aquí para allá con carritos de bebés. ¿Por qué no hay ascensores y rampas en todas las paradas? ¿Por qué los que nos movemos mucho en tan envidiado medio de transporte todos los días nos encontramos con alguna escalera mecánica averiada?
La parada de metro más cercana a mi casa es la de Tribunal (en pleno centro de la capital): no hay ascensor y todos los días algún tramo de escalera mecánica, al menos, está fuera de servicio. Un día puse una reclamación, harto de cargar con el carrito del bebé. "Esta zona es problemática, la gente atranca a propósito el mecanismo", me dijo la taquillera a modo de excusa. A su lado había reunión de guardias de seguridad. Tras ella, un montón de cámaras de vigilancia...
El caso es que hay más, mucho más. En el metro envidiado por todos, los niños a partir de 4 años deben pagar como adultos por un billete normal (en Renfe, por ejemplo, están exentos de pago hasta los 6 años) Sin ir más lejos, en ciudades como Barcelona acaban de aprobar un abono que costará 35€ anuales (por gastos de emisión) y que permitirá viajar a los niños de entre 4 y 12 años sin pagar nada más...Entre los males, los menos
Circula viralmente un mail incitando a poner una queja en la estación de metro correspondiente en protesta por la obligatoriedad del billete para los niños mayores de cuatro años. Conozco a muchos padres, y yo soy uno de ellos, cuya forma de protesta ante esta medida se había limitado hasta ahora a colar a sus hijos sin más. Ya va siendo hora de que intentemos cambiar las cosas de otra forma.
Lejos de cualquier tipo de romanticismo literario, la mayoría de quienes se han lanzado al ejercicio de la piratería a lo largo de la historia lo han hecho empujados por la necesidad. Todo esto, hoy, sigue existiendo. La web del ICC (Cámara de Comercio Internacional) registra y sitúa en el mapa los centenares casos de piratería de los que ha tenido constancia en 2008
En Madrid, justo detrás de la Gran Vía, no se deja de hablar en estos días, tanto en medios de comunicación como entre los mismos vecinos de Triángulo Ballesta, TriBall, una asociación que se ha propuesto revitalizar un área asociada tradicionalmente a la prostitución. Para ello no han dudado en comprar cuanto local se les ha puesto al alcance, entre ellos muchos 'puticlubs', para alquilarlos a quienes ellos crean conveniente y a un precio supuestamente reducido. Como forma de promocionar su acción, desde el viernes pasado han cedido por un mes algo menos de 20 locales a jóvenes diseñadores de moda, cobrándoles tan sólo el 15% de las ventas que realicen. Al término de este período de gratuidad, si las cosas les han ido bien, hablarían de formalizar un contrato en toda regla. Triball ha estado durante bastante tiempo sin un cabeza visible, ahora, al menos, tienen uno. Otras cosas que tienen los de Triball son mucho dinero y buenas relaciones con el Ayuntamiento de Madrid. Dejando a un lado la gran operación de màrketing que ha supuesto la tan cacareada cesión quasi desinteresada de algunos de sus espacios a ciertos creadores, lo cierto es que esta buena gente, que dice cobrar mucho menos por alquiler de m2 de lo que cobran los propietarios de los cercanos locales de la comercial calle Fuencarral ya andan pidiendo 2.000 euros de alquiler por un espacio de 40 m2. Proclaman que quieren convertir la calle Ballesta y su entorno en una especie de Soho madrileño. Los medios de comunicación han recibido sin muchas suspicacias a estos mesías y poca o ninguna cabida han dado a las voces vecinales que hablan de 'mafia' al referirse a los del triangulito verde. "Si las tiendas de chinos dieron hace unos años una buena estocada a muchos comercios tradicionales que hasta entonces había en la zona, comprando en metálico un sinfín de espacios moribundos, los de Triball vienen a darle el remate definitivo a ferreterías, panaderías, tascas y demás supervivientes con la excusa de que, de paso, se van a llevar por delante la prostitución", le escuchaba decir el sábado pasado a un escéptico vecino. Otra forma de revitalización muy distinta de un espacio de un centro urbano es la que se trata de llevar a cabo desde hace unos meses muy cerca del invento de TriBall. En la madrileña calle del Acuerdo se encuentra el Patio Maravillas. Se trata de un espacio ocupado que funciona como centro cultural y lugar de reunión de los vecinos de un barrio falto de este tipo de lugares. En él se puede asistir desde a un ciclo de cine a unas clases de español para inmigrantes, de fotografía, de percusión infantil o a cualquier tipo de conferencia. Si los vecinos necesitan un local para celebrar una reunión de comunidad también pueden encontrar allí su espacio y lo mismo sucede con los padres que no tienen sitio para celebrar el cumpleaños de sus hijos en sus propias casas, por poner sólo dos ejemplos. La gente que pulula por el Patio Maravillas, no tiene una sola cabeza visible, tampoco tiene demasiado dinero y, por supuesto, no andan sobrados de buenas relaciones con el consistorio municipal. Algunos vecinos se quejan del ruido que se hace en este lugar, que dispone de uno de los bares más curiosos de cuantos existen hoy en día en Madrid. No diré yo que, a veces, no les falte razón. Los del Patio Maravillas no quieren un Soho, directamente quieren el cielo.
Leo en Público la siguiente historia sobre Ramush Haradinaj y no me resisto a reproducir la siguiente parte del artículo sobre este ex guerrillero y ex primer ministro kosovar, rico, y recién absuelto por La Haya de los crímenes de guerra que se le imputaban: "La absolución no pilló a nadie por sorpresa. Al fin y al cabo, nueve de los diez testigos que iban a declarar contra Ramush están muertos. A Kujtim Berisha lo atropelló un jeep en Montenegro. Ilir Selmaj recibió una cuchillada mortal en una pelea de bar. Bekim Mustafa y Avni Elejaz fueron tiroteados. Los agentes de la policía kosovar Sabaheta Tava e Isuk Haklaj murieron carbonizados en su coche patrulla. Xhejdin Musta y Sadriky Vasel Muriçi, testigos protegidos, también fueron víctimas de atentados. El único que vive retiró su declaración tras un intento de asesinato".
Entre la guerrilla de las FARC y el ejército colombiano hay personas atrapadas y el periodista David Beriain lleva semanas aproximándose a su realidad. También a la de los secuestrados (Ingrid Betancourt incluida), a la de los terroristas y a la de los soldados. Aproximándose al conflicto, en toda su extensión. Decía David, sobre esta nueva aventura suya, que iniciaba un viaje en busca de "los cómos y los porqués" de este enfrentamiento. Hablaba de una inmersión "En las vidas detrás de las cifras. En los nombres propios"; y daba la bienvenida a quien se sumara, desde la comodidad de nuestras casas, a su periplo. ¿Alguien sabe qué son los "falsos positivos"? Leer para creer...
‘'En la vida encontrarás a muchos imbéciles. Si te hieren, piensa que es su estupidez la que les empuja a hacerte daño. Así evitarás responder a su maldad. Porque no hay nada peor en el mundo que el rencor y la venganza...''
Antonio Pérez, periodista dispuesto y disponible. Para posibles contrataciones envíenme un correo personal (antonioperez72@gmail.com), no tengo representante