jueves, 26 de abril de 2007

Así no

No, señor. La solución no pasa por la aplicación de parches que aguanten, al menos, los días de campaña electoral y el de las elecciones; ni los problemas desaparecen bajo la distracción de las ininterrumpidas inauguraciones y de promesas fáciles. No se trata de mandar al exilio de la oscuridad drogadicción, delincuencia (plaza Luna) y puterío (calle Montera), a fuerza de cemento y de presión policial, respectivamente. No, señor, no. No son las plazas céntricas y las calles principales de las ciudades las que han de ser liberadas de sus enfermedades, sino que son los enfermos que en ellas habitan quienes han de recibir tratamiento.
Hay muchas Lunas y Monteras en España y mucho político equivocado a lo largo y ancho del país.