lunes, 2 de julio de 2007

Hazte oír, pero sólo si no vas a decir tonterías

Los mismos que siempre han estado fastidiando a los demás se escandalizan en la actualidad de que varios miles de esos fastidiados eternos hoy se revuelvan con saña contra ellos, que no pretenden más que seguir pisándoles el cuello sin darse cuenta de que esa acción era privilegio de tiempos pasados.
Es normal que les tiren dentelladas ahora que pueden, aunque el mayor daño que podrían causarles es el de la indiferencia; a ellos, que pretenden seguir siendo un lobby, habría que pagarles con la ignorancia más absoluta.
Hoy las agencias de prensa han difundido la siguiente información "Odio Gay 2007: HazteOír denunciará ante los tribunales la ofensa a los sentimientos religiosos en una marcha caracterizada, un año más, por intolerancia y exclusión", que proviene de un colectivo de tarados que se dejan sentir a través de la página web hazteoir.org, un sitio cercano al patetismo, aunque más escorado hacia dar pena que hacia hacer gracia.
En relación al recién finalizado fin de semana del Orgullo Gay en Madrid, escriben en este sitio: "El festival Gay en Madrid ha vuelto a convertirse este año en el Orgullo por el odio a lo religioso y la marginación contra todo aquél que, en la educación, la familia, la Ciencia o en cualquier otro ámbito, ose discrepar con las máximas del pensamiento único que trata de imponer el lobby gay. Triste y vergonzante es el silencio ante los graves ataques a la libertad religiosa, derecho constitucional. Los "promiscuos", según se autodefinían en el pregón, alardeaban de sus "pasiones demoníacas", que buscan extender "de confín a confín y conquistar para siempre los derechos del infierno en todos los países". Frente al disfraz de la lucha contra la homofobia, fuera caretas para exaltar la relifobia, presumiendo de su intolerancia. El Alcalde de Madrid no puede seguir siendo cómplice de ello. "
El colectivo de gays y lesbianas no pretende imponer sus logros sino disfrutar de sus derechos, el colectivo de gays y lesbianas no siente 'relifobia' aunque restriegue su triunfo en la cara de uno de sus mayores enemigos, el colectivo que tomó Madrid el pasado fin de semana no tiene ni pensamiento único ni padece de intolerancia sino que, liberado, tan sólo grita al mundo lo que es y lo que jamás tendrá que volver a esconder.
Una muy buena amiga me dijo este fin de semana que a veces se pasa por este blog a pesar de lo que a través de mis escritos se me ve el plumero. La mañana del pasado domingo, a eso de las 13 horas, cuando la ciudad vivía aún en plena resaca de la fiesta gay del sábado, me crucé en la calle con una chica, borracha como una cuba, que gritaba con una litrona en la mano: "¡Borracha, pero orgullosa!". Algo parecido puedo decir yo respecto al comentario de mi amiga: "¡Orgulloso de que en este lugar se note el sesgo!" (Obsérvese que cambié de posición el adjetivo 'orgulloso' y que no lo escribí en cursiva y que el plumero que a través de mis escritos vislumbra en mí mi amiga nada tiene que ver con 'la pluma' que invadió en estos días el centro de Madrid)