domingo, 23 de septiembre de 2007

Cómo 'forrarse' después de haber sido presidente

Ya lo dijo Bush hace una semana, "cuando deje de ser presidente quiero hacer dinero".
La mejor forma de lograr este objetivo de manera legal es la de ir por el mundo ejerciendo de ex presidente. Esto bien lo sabe José María Aznar, a quien su foto en las Azores lo alejó de España para acercarlo al mercado internacional.
Según publica el diario El País, Aznar "salió de La Moncloa con las ideas muy claras. Tardó sólo unos días en fundar su empresa familiar y en apenas año y medio los ingresos de esta sociedad superaron a su sueldo bruto acumulado de los ocho años en que fue presidente" Famaztella, que así se llama la empresa, logró en ese período de tiempo casi un millón de euros.
Conferencias, clases magistrales, libros de memorias y trabajo como consejero en News Corporation (Murdoch), Centaurus (firma de inversiones especulativas), JER Partners. Aznar sabe cómo sacarle partido al hecho de haber estado al frente del Ejecutivo español durante dos legislaturas.
Que alguien quiera incrementar su patrimonio personal trabajando es totalmente lícito. No criticamos, constatamos unos hechos: Aznar, como otros mandatarios, se está 'forrando' gracias a que los españoles lo votaron en su día.
Si un presidente aprovecha su mandato para aumentar su fortuna mientras está en el cargo, más allá de su sueldo, posiblemente sea un corrupto, un chorizo. Si lo hace después de haber concluido su etapa de máximo líder de un país, obviamente, es listo.
Los ex presidentes del Gobierno español tienen derecho a recibir el 80% de su sueldo durante dos años despúes de su cese. Además, cuando se jubilan, reciben una pensión vitalicia por haber estado en el cargo correspondiente también al 80% de su salario presidencial (esto sí que es criticable e, incluso, reprochable por lo que supone de agravio comparativo con cualquier trabajador normal)
El salario actual de un presidente español es de 89.303 anuales. También entran a formar parte del Consejo de Estado, si lo desean (otros 74.000 euros al año). Aznar, eso sí, dejó este organismo en 2006 (perdía dinero perteneciendo a él)
Dicen en El País que Aznar es el consejero de Murdoch que menos cobra. ¡Quién pillara los 133.000 euros anuales que le paga el magnate de la comunicación por asistir a los consejos de News Corporation y poco más!

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Cambio de imagen para llenar los cepillos

Quizá no quede tanto para ver un anuncio en la tele del tipo de los de las Fuerzas Armadas -uno de esos en los que se loa la labor humanitaria de los soldados y que acaba instando directamente a unirnos al Ejército-, pero con la Iglesia de protagonista y pidiendo al final dinero para poder seguir desarrollando su tarea.
Los obispos se han dado cuenta por fin de lo importante que es la imagen en nuestra sociedad y han recurrido a una agencia de comunicación para que vendan mejor todo lo que ellos hacen. (¿Qué tal un banner en Libertad Digital?)
La razón de este paso al frente es bien sencilla: tienen miedo de que el nivel de los cepillos eclesiales quede más bajo que el de los pantanos en época de sequía. El acuerdo con el Gobierno sobre el cambio en el sistema de financiación de la Iglesia limita los ingresos de ésta a las donaciones directas de los fieles y a las aportaciones voluntarias de los contribuyentes a través del IRPF.
Los profesionales elegidos para la promoción han sido Advise, quienes no lo van a tener nada fácil, puesto que no sólo tendrán que exponer los méritos de la Institución sino que necesitarán esconder los numerosos deméritos de su cúpula, especialmente, que son los que verdaderamente lastran el trabajo social de sus bases y que tanto juego dan a cada medio de comunicación que no huela a Conferencia Episcopal.
Casos como el de la parroquia roja de Vallecas o el del traslado forzoso del cura de Albuñol no ayudan a la imagen de la Iglesia y sí proyectan un totalitarismo reprobable, el mismo que transmiten desde sus programas muchos de los profesionales de la cadena COPE, la radio de los obispos, cuya última hazaña ha sido la de rechazar una cuña publicitaria del programa de humor de Cuatro "El Hormiguero" por considerar su contenido inapropiado cuando el texto del anuncio contenía un humor blanco e inocente.
Y eso que no estoy hablando más que de cosas casi anecdóticas que me vienen a la memoria a bote pronto. No es cuestión de hablar ahora de normas morales caducas ni de adhesiones a manifestaciones partidistas. (¿Qué tal un giro al centro?)
Es necesario decir que la Iglesia, como tal, no conoce fronteras y que desde Roma tampoco es que se haga demasiado por caer simpáticos. De nuevo, quedándome en la pura anécdota, que le pregunten a los cientos de españoles y españolas a los que cada verano se les prohíbe entrar en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, por ir vestidos (con 33 grados a la sombra, en pleno verano) con una camiseta de tirantes o una minifalda o un pantalón corto, si luego van a dar dinero a la Santa Madre Iglesia.
Todo el mundo sabe, dentro de la propia parroquia, lo que el cura de turno hace por su comunidad y los hechos hablan por sí solos, sin necesidad de más publicidad que la del boca a boca. Lo que no está tan claro es lo que hacen los jerifaltes eclesiales por cada una de sus diócesis. Éstos sí necesitan de agencias de marketing y comunicación.
Imagino que lo de recurrir profesionales de la comunicación se decidió después de que, en una reunión, Rouco Varela propusiera que el lema publicitario de la campaña para recaudar más fuera "O marcas la casilla de la Iglesia en tu Renta o te excomulgo". A Blázquez no le debió convencer del todo la frasecita...

jueves, 13 de septiembre de 2007

Bush, un presidente llorón

El trabajo, la familia y la maldita necesidad de dormir unas 6 horas al día hacen que a estas alturas de semana uno esté, entre otras cosas, leyendo aún artículos del periódico del pasado domingo en páginas arrancadas que, a veces, se apilan esperando un turno que jamás les llegará.
En uno de esos montones de letras pendientes de ingerir me he encontrado con la noticia de que un periodista estadounidense ha publicado un libro sobre George Bush (Dead Certain: The Presidency of George W. Bush) después de haberse entrevistado durante cinco horas con el presidente de EEUU y de haber hablado sobre él con sus principales colaboradores (Cheney, Rice, Rove, Rumsfeld...).
"Bush: 'Lloro mucho en mi trabajo'", titulaban en El País la nota sobre la publicación y en ella destacaban que el presidente confesó -con los pies sobre la mesa- al autor del libro, Robert Draper, que llora en la intimidad mucho, muchísimo, y que lo que más miedo le da es tener que avergonzarse de sus decisiones algún día.
Para alguien como yo, que me despierto con una mala conciencia inaguantable si la noche anterior me fui a la cama sin haber fregado todos los platos de la cena es fácil comprender -aunque no acabo de creérmelo- la necesidad que dice tener Bush de llorar por todo lo que hace y lo que deja de hacer a lo largo de una sola jornada. Sin embargo, no entiendo el porqué aún no se ha avergonzado de algunas de sus decisiones. Supongo que el Pepito Grillo de los presidentes está hecho de una pasta distinta al del resto de los mortales.
También se dice en el artículo que en el libro se expone que el mandatario norteamericano "no gastó mucho tiempo" en decidir la invasión de Irak y que, cuando finalice su tiempo como presidente, se quiere dedicar a hacer dinero, además de a crear un Instituto para la Libertad con el fin de "enseñar democracia a los jóvenes líderes de otros países" (¿Quién sabe?, lo mismo coincidirá con Aznar en Monterrey dando clases magistrales sobre este asunto)
Al parecer, Bush no dejaba que un periodista se acercara tanto al hombre, no al político, desde que era candidato a la Presidencia.
Pero a estas alturas, que el casi ex presidente -aún le queda un año de mandato- del país más poderoso del mundo decida mostrar su lado más personal sirve para poco más que para concluir que si, tal y como dice, lee unos 87 libros al año, éstos no pueden ser más que de Corín Tellado.
A nadie le importa, más que como mera curiosidad, la faceta humana de alguien a quien perseguirán los muertos de Irak (más que los del 11-S) hasta el fin de sus días y que ni aún llorando sin parar todos los minutos que le resten en este mundo su llanto se podrá aproximar en volumen al compuesto por las lágrimas vertidas por quienes han padecido sus decisiones durante el tiempo en el que ha sido inquilino de la Casa Blanca.
Este presidente de los Estados Unidos de América no será recordado por su afición al ciclismo, ni tan sólo por sus borracheras de juventud.

jueves, 6 de septiembre de 2007

¡Fidel ha muerto, fiesta en el Versailles!

Las más que discretas estadísticas de visitantes de este blog suben como la espuma cada vez que corre por internet el enésimo rumor sobre la muerte de Fidel Castro y todo porque cierta vez se me ocurrió escribir un post sobre ello y se ve que éste quedó bien indexado en los buscadores.
Precisamente, esta curiosidad fue la que hizo que días atrás me interesara por esos rumores cíclicos que aparecen desde que hace poco más de un año el Comandante cedió el poder en la isla a su hermano Raúl y es así como llegué a interesarme por el Versailles, el restaurante cubano más famoso de Miami que se ha convertido en el epicentro del exilio político anticastrista y cuya historia cuento brevemente en este artículo>>.
Es el lugar donde, entre buena comida criolla y bellas camareras, se aguarda el día en el que a Castro le llegue su hora.
De lo que extraje de la conversación que mantuve con el fundador del local, Felipe Valls, me impactó el hecho de que televisiones de todo el mundo hayan alquilado ya espacios en el aparcamiento del establecimiento para que cuando el rumor se convierta en noticia tengan sitio asegurado para aparcar sus equipos y realizar sus conexiones dando buena cuenta de las celebraciones que se producirán en el restaurante y en sus inmediaciones.
¡Tienen un auténtico libro de reservas mucho más macabro que el habitual donde se anotan mesas, hora y número de comensales!

Un blog desde Irak

Entre el negro y el blanco, las frías estadísticas de muertos y lo que dicen los informes militares, existe en Irak un día a día difícil de imaginar.
Petraeus dirá lo que quiera sobre el país la próxima semana y Bush hará lo que le dé la gana y lo que más le convenga de cara a las próximas elecciones generales de 2008 en EEUU, pero eso cambiará poco las vidas -al menos a corto plazo- de quienes se despiertan en Bagdad, o en cualquier otra ciudad iraquí, obligados a realizar las más habituales tareas en medio de un entorno nada habitual.
David Beriain es un periodista español que, empotrado en las tropas estadounidenses, cuenta en su recién estrenado blog en ADN.es lo que ve a diario. Junto con el fotógrafo Sergio Caro ya han dado testimonio de algunas cosas que pasan en este país. Será interesante acompañarlo en su viaje multimedia con la sana envidia de quien, en muchas ocasiones, soñó hacer lo mismo que él.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Galicia, refugio de informadores perseguidos

Vivo rodeado de periodistas gallegos, lo cual ni es bueno ni malo, simplemente, un hecho.
No sé si es porque Galicia, con tanto exiliado profesional en medios de comunicación de otras autonomías, necesitará mano de obra informadora o si será por mero altruismo, pero lo cierto es que es de aplaudir la iniciativa lanzada por periodistas y escritores de la citada comunidad que se han comprometido a realizar las gestiones necesarias para "
incluir a Galicia como tierra de asilo para periodistas y escritores presos o perseguidos por defender la libertad de expresión en sus respectivos países", según publica El Mundo>>
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Comentario al post
"Soy periodista y trabajé siete años en Galicia, los últimos del fraguismo de las vacas locas y el Prestige. Durante aquel tiempo, vi a diario la censura, coacciones y amenazas que ejercía la Xunta de Iribarne contra los periodistas. Casos cercanos, compañeros y amigos represaliados que llevan años en paro porque un secretario de Comunicación levantó el teléfono y les dijo a sus jefe: "ese señor a la calle". Se puede escribir una larga lista. Un libro. Dos. El gobierno ha cambiado. Las formas no tanto. Periodistas gallegos amigos han levantado el teléfono, en sus mesas de redacción de la era post Fraga, para oír: "Escoita, vou a dictarte o pé de foto", desde un despacho de la Xunta. Galicia será refugio de periodistas censurados. No puedo evitar sonreir. Espero que se lo tomen como un retiro. Ojalá no intenten trabajar"

Gracias, Josefa