martes, 28 de agosto de 2007

Calendario de ejecuciones en Texas

De no ser real, el calendario de ejecuciones del estado estadounidense de Texas podría ser un apasionante ejemplo de literaura breve de terror. Sin embargo, es una parrilla de aplicaciones de penas de muerte. La programación semanal comienza hoy y viene completita. A saber:
-Martes, 28 de agosto de 2007, turno de DaRoyce Mosley
-Miércoles, 29 de agosto de 2007, hora de John Amador
-Jueves, 30 de agosto de 2007, momento final para Kenneth Foster
El pasado día 15 fue ejecutado Kenneth Parr y la semana pasada, el día 22, Johnny Conner tuvo el dudoso honor de convertirse en el preso número 400 a quien se le aplicaba en Texas la pena capital desde que ésta fue restablecida. Desde entonces, este estado letal ha ejecutado a cuatro veces más reos que cualquier otro de los 28 de la Unión que contemplan este castigo en sus legislaciones.
En el mes de septiembre los texanos tienen programadas cinco ejecuciones más.
Una impagable oportunidad que nos ofrece el imprescindible calendario de ejecuciones texano es la de acceder a las fichas de los que van a morir. En ellas hay datos sobre el porqué han sido condenados a muerte pero también a cerca del nivel de estudios y de la raza de los sentenciados.
La práctica totalidad no llegaron muy lejos en la escuela. En cuanto a su raza, negros y latinos mandan en las más recientes listas. Más del 41% de los internos del pabellón de la muerte en Texas son negros, a pesar de que éstos sólo representan, aproximadamente, el 12% de la población estatal.
En Estados Unidos, 3.350 presos están en 'corredores de la muerte', aguardando a ser ejecutados.
El presidente Bush quiere agilizar las listas de espera...

Sin Umbral, sólo me queda Millás

Francisco Umbral era el tipo extravagante de la bufanda blanca y de la voz profunda que cambió su poco literario apellido -Pérez Martínez- por otro mucho más sonoro; era el hijo natural de María; el gruñón provocador que amenazó a Mercedes Milá con abandonar un plató de televisión si no se hablaba de inmediato del último título que había publicado por aquel entonces; era el enamorado de Madrid -mil veces imitado- más conocido para el gran público como personaje que leído como autor; un hombre que escribió más de 80 libros y obtuvo, entre otros reconocimientos literarios, los premios Príncipe de Asturias de las Letras (1996) y el Cervantes (2000); un tipo que generaba amores y odios extremos y que, según anuncian hoy todos los medios de comunicación, acaba de morir.
Sin embargo, yo no me daré por enterado de su fallecimiento hasta comprobar lo prolongada de la ausencia de su columna en la contraportada de El Mundo, periódico en el que colaboraba desde 1990. Una ausencia que no por justificada me va a joder menos porque para mí, por encima de todas las cosas, Umbral, el esnob, el 'neologista', era uno de los columnistas que había que leer a diario y mi cita con sus letras me provocaba auténtico placer.
No me importa decir que, pese a los numerosos reconocimientos que obtuvo con ellos, jamás me encantaron sus libros. En cambio, sus artículos periodísticos eran auténticas obras maestras.
Se queda solo Millás al frente de mis favoritos. Tras este dúo venían otros como Maruja Torres o Manuel Vicent, pero Umbral y Millás eran inalcanzables.