sábado, 28 de julio de 2007

Súper-Chacón

Desde que Zapatero le concediera rango ministerial a su persona, la reciente titular de Vivienda, Carme Chacón, está hasta en la sopa.
Lo mismo es entrevistada en inglés en la BBC que recomienda unas vacaciones a Mariano Rajoy, da conferencias sobre 'Mujer y Política', se busca conflictos con Esperanza Aguirre -al hilo de la ley de las no más de cuatro alturas en las edificaciones de Madrid-, hace de improvisada portavoz gubernamental y llora desconsoladamente en la Capilla Ardiente de Gabriel Cisneros.
El presidente del Gobierno, entre otras cosas, buscaba sangre fresca con tirón en los medios de comunicación cuando hizo el último relevo ministerial y, francamente, entre la ex ministra Trujillo y la ministra Chacón no hay color.
Si cierto es que con la restructuración el Gobierno ha perdido de facto la tan cacareada paridad no es menos cierto que con el fichaje de Carme Chacón parece que los que se han quedado en minoría hayan sido los hombres y que el Ejecutivo sea hoy más femenino que nunca. El tándem que forma con De la Vega -ya tiene sustituta la vicepresidenta- no desmerece, en absoluto, al lado de los Rubalcaba, Solbes y Caldera.
El salto de Chacón a algún ministerio estaba más que cantado. En su anterior puesto de vicepresidenta del Congreso ha dejado a la ex titular de Cultura, Carmen Calvo, y ella ha seguido con su ascensión, rápida, a un ritmo que, en relativamente poco tiempo, le ha permitido convertirse -de la mano de ZP- no sólo en la ministra más joven sino en un peso pesado dentro de la Ejecutiva del PSOE y en líder de los socialistas catalanes, con permiso de Montilla.
-"¡Y encima es tan mona!", se oye decir a su paso más como elogio del populacho que como comentario machista malintencionado.
Yo sobre su físico, más o menos agraciado, no me pronuncio, pero sí confesaré que cada día que pasa más se me antoja una heroína de la factoría Marvel y que la imagino enfundada en un traje negro de lycra con una rosa en el pecho, presta a salir escopetada a desfacer cualquier tipo de entuerto; transformada en Súper-Chacón, una heroína agraciada con los dones de la ubicuidad y de la omnipresencia mediática.
Si logra pasar sin mancha por el marrón de la cartera que le ha concedido el presidente del Gobierno, la cima política de Carme Chacón será difícil de predecir.