miércoles, 27 de junio de 2007

Inútil guerra de cifras

Publica El País: EL PAÍS alcanza en mayo una difusión de 466.126 ejemplares, la más alta del año. El diario de PRISA supera a su competidor más directo, 'El Mundo', en un 41% de lunes a domingo - La ventaja en quiosco alcanza un 50% de lunes a sábado y un 84% en domingo.
Publica El Mundo: EL MUNDO cuadruplicó a 'El País' en aumento de ventas en quiosco en mayo. Crece un 4,6% frente al 0,6% de su competidor, en bases comparables. Por primera vez le aventaja en suscripciones tras cambios en su contabilidad.
Ambas informaciones provienen de los mismos datos facilitados por los editores a la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), que están aún pendientes de certificación.
Esta guerra absurda e irrelevante entre los gallitos de la prensa de papel tiene su curioso reflejo en periodistadigital.com, que titula una información así: El País alardea de sacar a El Mundo una enorme ventaja.
Interpretaciones al margen, lo cierto es que la ventaja del periódico del Grupo Prisa sobre su más directo rival sigue siendo importante.

La Iglesia y el Mal

Por reiteración, las críticas a la Iglesia se están convirtiendo en signo distintivo de este espacio, muy a pesar mío. A este paso tendré que cambiar el subtítulo que aparece junto a la cabecera de La Mufla, 'calor e información', y poner algo así como 'crítica eclesial e información', para orientar al lector sobre lo que se puede encontrar en este blog.
Pero lo cierto es que no soy yo el que decide dedicar 'posts' a poner de vuelta y media a los dirigentes de la Santa Madre Iglesia, sino que son ellos mismos los que se empeñan en colarse en este espacio con actuaciones o declaraciones como las últimas protagonizadas por Antonio Cañizares, cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal.
Alguien debería decirle a Cañizares que esa chistera, de último y clásico recurso, de la Iglesia suena hoy en día a broma y que echar mano del 'Mal', las excomuniones, infiernos, purgatorios, pecados mortales y demás elementos que suelen extraer de ella no les va a reportar los beneficios que antaño les daba, sino que es contraproducente para su ya de por sí deteriorada imagen.
La Iglesia es una ex potencia que ya no juega en Primera División y el hecho de no querer aceptar su nueva condición la aleja cada vez más de la realidad de esta sociedad del siglo XXI en la que pretende seguir influyendo con los mismos argumentos que le daban resultado en la Edad Media.
¿Qué es hoy en día el 'Mal' absoluto del que habla Cañizares? ¿Se supone que nos tiene que dar miedo? Todo esto suena a cómic, a amenaza de película de bajo presupuesto de serie B, a producción concebida para provocar pánico en el espectador pero que acaba por generar carcajadas.