sábado, 14 de julio de 2007

Aprendices de mago y operaciones de estética

Los gestores municipales madrileños, al igual que muchos otros de diferentes lugares de España, deben de pensar que son magos: creen que los problemas desaparecen si los hacen menos visibles. Pero si incluso detrás de las hazañas de los ilusionistas y prestidigitadores de verdad, de cuyo trabajo soy un enamorado, todos sabemos que hay truco, ¡cómo no vamos a descubrir el engaño que se esconde detrás de los apaños de estos aprendices de Harry Potter!
Todo esto viene a colación por el reciente desalojo de 30 'sin techo' que vivían en el paso peatonal subterráneo que une la Plaza España con la calle Bailén. La Policía levantó este vergonzoso asentamiento al tiempo que el Servicio de Limpieza Urgente borró a manguerazo limpio olores y todo tipo de atisbo de lo que allí hubo hasta este jueves.
La delegada de Familia y Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, justificó la acción afirmando que: 'La plaza de España no es un lugar para vivir'. Razón tiene, aunque lo que no explicó es el por qué la autoridad competente se ha dado cuenta de esta obviedad muchos años después de que se lleve produciendo.
Hace casi una década que llegué a Madrid y no recuerdo haber visto nunca el túnel de plaza España sin colchones ni habitantes. Sólo los abundantes turistas que deambulan por la zona se sorprendían al encontrarse, en sus idas y venidas, con lo que encerraba el paso subterráneo. Los que vivimos en esta ciudad sabíamos muy bien lo que íbamos a ver si nos atrevíamos a utilizarlo.
No hace demasiado tiempo, el ayuntamiento de Madrid actuó de forma similar con el asentamiento que había en la muralla árabe, junto a la Almudena. "¡Hala, todos 'parriba' y ya está" Y hace también en torno a un año que se procedió al 'adecentamiento' de las céntricas plazas de Tirso de Molina y Soledad Torres Acosta, en las que con cemento se pretendió tapar la marginalidad y con policías se evitó que siguieran durmiendo en ellas el ejército de indigentes que durante años había establecido allí su hogar.
Operaciones de cirugía estética para una ciudad que tiene tanto polvo que por mucho que se empeñen los que mandan no lograrán que permanezca todo debajo de la alfombra.
Por su parte, el concejal socialista Pedro Zerolo denunció que el desalojo del túnel de la plaza de España se realizó "sin informar previamente a los Servicios Sociales" y que, de todas formas, el Ayuntamiento sólo disponía de cuatro plazas en los albergues municipales para realojar a los 'sin techo'.
Ni las personas 'sin hogar', ni las prostitutas, ni los mendigos, desaparecen de las calles agitando una varita mágica y coercitiva. Sólo se trasladan. Se convierten en emigrantes dentro de la misma ciudad. Su destino más habitual son otros puntos tan céntricos sino más que los que venían ocupando, sólo que menos visibles, más ocultos a los ojos de los visitantes y de los que viven en las zonas más acomodadas.
No tardaremos en descubrir hacia dónde da la trampilla oculta por la que la bella ayudante del mago pone sus carnes a salvo mientras que éste atraviesa el bahúl en el que la había encerrado con mil y una espadas.