¿Qué fue de lo prometido?

En teoría, hoy arranca la campaña electoral para los comicios municipales y autonómicos del 27 de mayo, y digo en teoría porque ya son varias las semanas que los políticos llevan ensalzando sus logros y aireando las supuestas debilidades del rival de turno. A partir de esta misma madrugada será cuando las caras de aquellos que nos gobiernan y de quienes aspiran a gobernarnos empapelen pueblos y ciudades en busca de nuestro voto y cuando nuestros oídos se saturen con un aluvión de promesas.

Ante lo que se nos viene encima, no estaría mal preparar cuerpo y, sobre todo, mente echando la vista atrás y recordando campañas electorales pasadas: cómo se desarrollaron, lo que en ellas se prometió y en lo que quedó de lo prometido una vez metido el voto en la urna.

Dejemos a un lado el corazón y echemos mano de la cabeza, nada de votar a unas siglas ni de dejarnos seducir por la sonrisa más blanca (yo no quiero ser una víctima del marketing político). No sigamos siendo clientes de Telefónica por desidia, ni espectadores del telediario de TVE1 por tradición.

Es hora de pensar en las subidas de impuestos, la inseguridad y la suciedad de las calles; la falta de espacios verdes, de guarderías públicas, de vivienda, de respuestas, de gestos políticos sensibles con las necesidades ciudadanas. ¿Cumplieron los que hoy están en el poder?

El crédito político se agota como los puntos del carnet de conducir, sólo que lo que penaliza son las acciones que menoscaban la paciencia de los sufridores ciudadanos de a pie.