lunes, 15 de enero de 2007

Zapatero y Rajoy, irreconciliables

La comparecencia hoy del presidente del Gobierno en el Congreso tras el atentado de ETA en Barajas y la ruptura de las negociaciones con los terroristas de cara a conseguir el fin de la violencia, ha sido antológica debido al cara a cara protagonizado por Zapatero y por el líder de la oposición Mariano Rajoy.
Zapatero, sabedor de que iba a recibir de lo lindo, trató de salir del paso apostando por construir un "gran consenso democrático contra el terrorismo" y pidiendo unidad a las fuerzas demócratas para acabar con ETA.
Rajoy, por su parte, sabía que se encontraba ante un gran momento y, desde luego, no dejó pasar la oportunidad de abofetear verbalmente a su máximo rival político, con dureza y brillantez.
Durante su primera intervención, cerca de 20 minutos en los que el líder de los populares hizo leña del árbol caído y propinó un severo tirón de orejas a un Zapatero que recibió el inmisericorde discurso de su rival con cara de circunstancias, Rajoy le dijo a Zapatero cosas como la siguiente: "A usted le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos, enemigos de los españoles y el único responsable es usted que lo tolera", y añadió: "Si ha habido un malentendido entre ETA y usted, si además de vender humo a los españoles se lo ha vendido también a ETA, el único responsable es usted".
El combate recién acababa de comenzar, pero Zapatero ya aparecía como un púgil semi noqueado. Así y todo, el presidente trató de levantarse aún sin fuerzas, replicó agriando el tono de sus palabras, hizo incluso amago de dejar escapar algún taco por su boca -otrora llena de talante- justo a la hora de gritarle a Rajoy que "no tiene ni idea de política antiterrorista" y trató de acabar dignamente -tendiendo manos- una comparecencia tan necesaria como incómoda para su persona.
El momento más polémico llegó durante la réplica de Rajoy, cuando éste soltó a Zapatero lo siguiente: "si no cumple lo que quieren le ponen bombas y si no le ponen bombas es porque ha cedido".
En toda la tarde-noche las palabras en las intervenciones del presidente del Gobierno se espaciaron más que nunca, mientras que las de Mariano Rajoy volaron encadenadas y certeras en busca de la línea de flotación de su contrincante.
De todo lo que dijo Zapatero me quedo con lo siguiente: "Todos los Gobiernos democráticos han intentado acabar con la radical incompatibilidad entre terrorismo y sociedad libre y avanzada. Como mis antecesores, también lo he intentado yo." Cuánta derrota en esta frase y cuánta valentía e inconsciencia en la acción.
De lo que dijo Rajoy me quedo con la enumeración de los errores que, según él, cometió Zapatero. Rajoy asegura que el primer error de Zapatero ha sido ser "imprudente". "No ha previsto que su aventura podía salir mal y costar vidas". Otro, "renunciar a la desaparición de ETA y no decirlo claramente; ¿basta con que se porte bien y no desaparezca?", interrogó a Zapatero. Otro error ha sido pecar de "jactancia", esto es, "imaginar que ahora las cosas funcionan mejor porque usted está presente". Una equivocación más, "olvidar que no tiene en las manos lo que ETA reclama", como "triturar la Constitución, adulterar el Estado de Derecho, regalar amnistías..." Otro error, su "frivolidad", "lo que se trae entre manos no es un juguete inocuo".
De la comparecencia en general destaco el aspecto de espectáculo que ha tenido, más propio del Parlamento inglés, divertido y descorazonador a partes iguales.
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